Rotar constantemente el personal de una empresa es sinónimo de altos costos económicos, fallas en la productividad y es mala señal para la imagen de la compañía. Reemplazar a una persona en un cargo operativo le puede costar a una organización entre el 30 % y el 50 % del salario anual de un empleado.

Según el estudio “Determinantes de la supervivencia empresarial en Colombia”, presentado por Confecámaras en su congreso anual, de cada 10 sociedades creadas en Colombia, cuatro siguen activas luego de cinco años de operación, seis de las 10 fracasan antes de cumplir los cinco años, y del total de empresas que se cancelan cada año, cerca del 98 % son microempresas. Una de las razones por las cuales ocurre este fenómeno es la alta rotación de personal que afecta a las compañías notablemente.

Este fenómeno, además de representar un costo económico de hasta el 150 % del salario anual de un empleado, genera fallas en la productividad, afecta profundamente la imagen de las compañías, y redunda de manera muy perjudicial en pérdida de tiempo, ya que lo que se invierte en los procesos de búsqueda y selección de personal no produce ningún retorno positivo.

Al momento de reemplazar a un empleado se consideran dos costos directos: la selección y los días de entrenamiento o inducción. La salida de alguien en un puesto clave trae una disminución del costo laboral. Otro punto a considerar es el nivel de productividad, ya que cuando un empleado se desvincula y contaba con cierto nivel de experiencia, el reemplazo no tendrá la misma productividad desde el primer día, pues las curvas de aprendizaje pueden ser distintas, dependiendo del perfil de la persona y su madurez profesional.

Vale la pena recordar que muchas de las empresas en Colombia son pymes y en consecuencia no cuentan con un área de recursos humanos, lo que se traduce generalmente en contratación de personal no apto para los cargos requeridos.