Como resultado de la crisis generada por la pandemia del COVID-19, muchas personas han visto sus finanzas afectadas, pues han dejado de percibir algunos ingresos por las medidas que ha tomado el Gobierno para contener el virus.

En este contexto, un presupuesto es una herramienta fundamental para que cualquier persona organice sus finanzas y pueda sobrellevar esta situación.

A continuación, compartimos algunos consejos al respecto, útiles para elaborar el presupuesto de una manera sencilla:

  1. Evaluar cuáles son los ingresos

Lo primero es realizar una lista de todos los ingresos que se vayan a percibir por conceptos de salarios, pensiones, arrendamientos, intereses o cualquier otro. Este será el punto de partida para planificar el presupuesto.

  1. Separar un porcentaje de ingresos para el ahorro

Si bien para algunas personas esta no es una opción viable en la actualidad, si la situación lo permite, siempre es importante destinar una parte de los ingresos al ahorro.

Recordemos que los ahorros proporcionan seguridad al ser recursos que pueden utilizarse para cubrir posibles emergencias. A su vez, también pueden emplearse para formar un capital que sirva de inversión en el futuro.

Puede asignarse un porcentaje mensual de ingresos para el ahorro, el cual podría oscilar entre el 5 % y el 15 %; incluso un porcentaje mayor, si la situación económica lo permite.

  1. Estimar los gastos

En este punto es importante evaluar cuáles son los gastos que se necesitan cubrir, tales como alimentación, arriendo, servicios y educación.

No hay que olvidar que también se deben incluir gastos para el pago de deudas, como préstamos bancarios o tarjetas de crédito.

Si el resultado de los ingresos menos los ahorros y gastos es negativo, hay que reformular el presupuesto, intentando priorizar algunos gastos o disminuyendo el porcentaje de ahorros. Recomendamos considerar los consejos que se tratan en el siguiente punto.

  1. Manejar adecuadamente las deudas

Respecto al manejo de deudas, es importante tener en cuenta que en la medida de lo posible se deben pagar a tiempo para evitar intereses de mora.

No obstante, si esto definitivamente no es posible, una opción es acudir a la entidad financiera para refinanciar las deudas. En ocasiones se deben priorizar las deudas que tienen intereses más altos y pagarlas primero.