Para quienes no cuentan con la totalidad del dinero para realizar una inversión, negocio o gasto, el mercado financiero ofrece productos como tarjetas de crédito o préstamos rotativos; estos son de gran utilidad para las empresas, pues permiten llevar un control de gastos y facilitan procesos de contabilidad.

Pero más allá del uso que se les dé a estos productos, lo cierto es que en la práctica son tipos de crédito de consumo utilizados frecuentemente, lo cual nos lleva necesariamente a hacer distinciones entre el crédito rotativo y las tarjetas de crédito.

Ambos productos consisten en la existencia de un cupo de una entidad financiera, el cual es usado de la manera en que el cliente lo desee. Sin embargo, tienen varias diferencias puntuales que ayudarán en el proceso de toma de decisión a la hora de elegir cuál producto resulta más conveniente. A continuación, abordaremos los puntos esenciales para distinguirlos.

Crédito de consumo

Los créditos de consumo son préstamos que conceden las entidades financieras a sus clientes para adquisición de bienes o servicios. Por lo general, son empleados para gastos propios o familiares, como la compra de un vehículo o bienes para el hogar. Para todos los efectos legales relativos a intereses, las operaciones de crédito a las que se refiere este decreto deberán clasificarse en alguna de las modalidades señaladas en el artículo 11.2.5.1.2 del Decreto 2555 de 2010, a saber:

  • Microcréditos.
  • Crédito de consumo y ordinario.
  • Crédito de consumo bajo monto.

Crédito rotativo

El crédito rotativo es un producto destinado al consumo con un monto determinado, cuyo tope depende de la capacidad de endeudamiento de cada persona. En este caso, el dinero es depositado a una cuenta de ahorros y puede ser usado total o parcialmente en cada desembolso hecho, para el cual se cobran los intereses correspondientes.

Este tipo de modalidad de ejecución de contrato de apertura de crédito, regulado en los artículos 1400 y siguientes del Código de Comercio ꟷCCoꟷ, es considerado como uno de los contratos bancarios más comunes en la actualidad.

Al respecto, el artículo 1401 del CCo indica la modalidad rotatoria como una forma de ejecución de este contrato, según la cual los reembolsos verificados por el cliente serán de nuevo utilizables durante la vigencia del contrato. Hay que señalar que el monto de la operación es, en principio, indeterminado, por lo que la deuda dependerá del cupo utilizado en la operación mensual.

Tarjetas de crédito

Asimismo, la emisión de tarjetas de crédito obedece a la celebración de un contrato de apertura de crédito, regulado en el artículo 1400 del Código de Comercio, conforme con el cual un establecimiento bancario se obliga a tener a disposición de una persona sumas de dinero, dentro del límite pactado y por un tiempo fijo o indeterminado, cuya disponibilidad en este caso es simple.

En la disponibilidad simple, “las utilizaciones extinguirán las obligaciones del banco hasta la concurrencia del monto de las mismas”.

Respecto a las tarjetas de crédito y las relaciones de las partes del contrato de apertura de crédito, hay que distinguir dos relaciones:

  • Relación entre el establecimiento bancario y el tarjetahabiente, consistente en que el tarjetahabiente puede hacer uso del dinero puesto a su disposición por el establecimiento bancario para la adquisición de bienes o servicios o la obtención de dinero en efectivo. Posteriormente, el titular de la tarjeta debe pagar la cantidad de dinero adeudada a la institución financiera.
  • Relación entre la entidad financiera y el establecimiento de comercio, frente a la cual la Superintendencia Financiera ha manifestado que el mismo constituye un contrato atípico o innominado, es decir, contratos que no se encuentran regulados por la legislación; más específicamente, un contrato de afiliación (Superintendencia Financiera, Concepto 96017702-2, agosto 8 de 1996).

En resumidas cuentas, en las tarjetas de crédito el monto según el cual se renueva el crédito estará vigente en la medida en que se conserve la relación contractual entre la entidad financiera y el consumidor, y si el cliente realiza los pagos se generará la disponibilidad.

Diferencias entre el crédito rotativo y tarjetas de crédito

La primera diferencia entre ambos productos es que con las tarjetas de crédito se cobran los intereses en cada compra que se difiere a más de 1 mes, mientras que con el crédito rotativo se cobran en cada desembolso que se hace a la cuenta de ahorros.

Con la tarjeta de crédito se puede obtener dinero físico, pero esto es algo poco recomendable, ya que los intereses aumentan casi el doble y no siempre es posible desembolsar la totalidad de su cupo, sumado a que los avances tienen comisión, mientras que con el crédito rotativo tendrá a la mano siempre en su tarjeta débito efectivo que podrá retirar de los cajeros automáticos.

Otra diferencia para tener en cuenta es que con las tarjetas de crédito se otorgan ciertos beneficios como millas, puntos o redenciones que ofrecen diferentes establecimientos comerciales, las cuales no se otorgan en los créditos rotativos. Adicionalmente, en un crédito rotativo la cantidad de cuotas está definida, mientras que con la tarjeta de crédito el cliente tiene más opciones de elegir el número de cuotas.

Los dos productos financieros están habilitados tanto para personas naturales como jurídicas; sin embargo, la diferencia radica en que si una empresa obtiene un crédito rotativo, debe ser utilizado obligatoriamente para capital de trabajo, mientras que una tarjeta de crédito es de libre uso.